Diana Padilla, licenciada en Artes Visuales en el Centro Morelense de las Artes, es artista y curadora. Obtuvo su maestría como curadora en Zürcher Hochschule der Künste, Suiza y estudió arte en The Santa Fe University of Art and Design.
Diana Padilla:
“De niña nunca tuve un acercamiento formal al arte. Creo que mi interés solo se fue dando en la adolescencia cuando por primera vez visité museos por mi cuenta y me llenaba de emoción y curiosidad visitar estos lugares gigantescos e imponentes en los que podía pasar horas y salir con muchos conocimientos nuevos, no solo del arte en sí, sino de todos los temas posibles. Vi que era un medio pedagógico bastante eficaz y también bastante dinámico que después de conocerlo no lo pude dejar. Decidí estudiar artes plásticas como licenciatura, aunque me di cuenta muy rápidamente de que disfrutaba mucho más admirar y reflexionar sobre el trabajo de otros artistas, y no tanto el estar yo encerrada en un estudio produciendo mi propia obra. Por eso quise hacer un posgrado en curaduría, ya que me permitía enfocarme en la parte académica y filosófica de la teoría del arte, así como en la parte práctica de armar exposiciones y contar historias. Después de estudiar hice prácticas en varios lugares, di clases de pintura a niñxs pequeñxs, hasta llegar a trabajar en Kurimanzutto, una galería que para mí significa mucho por lxs artistas que la conforman, ya que fueron parte de mi formación y se convirtieron en mis ídolxs personales.”
Diana Padilla:
” No sé si podría escoger tan sólo una. Todas han sido un aprendizaje inmenso, aunque puedo recordar algunas con un cariño especial. Recientemente participé en una exposición curada por Ivonne Dubois en Lagos, un espacio de estudios y exposiciones para artistas independientes, titulada Rabia en los labios, mareos en el corazón, la cual hace una indagación en las idas y vueltas del sur global, abordando y verbalizando una serie de tensiones como: ¿cómo habitar y perforar corporeidades atravesadas por el colonialismo?, ¿cómo desarrollar mecanismos para hacer frente a la erotización, precarización, marginalización, racismo y sexismo?, ¿cómo negociar nuestra presencia en territorios que ejercen poder sobre nuestra existencia legal por medio de visas, permisos, demandas de asilo, etc? El punto era construir gestos de resistencia a través de la obra de artistas mujeres, personas queer y personas no binarixs para darle forma a estos cuestionamientos.
Otra exposición que significó mucho para mí fue cuando me invitaron a co-curar la primera exposición física de IXAYA, un colectivo de siete fotógrafas (Luz Ricaño, Mariela Mezquita, María Ramírez Echavarría, Camila Rodríguez, Jimena Horta, Sofía López y Paulette Cabrera) increíblemente talentosas y diversas, reunidas para desarrollar investigaciones en unidad. La exposición se tituló Hypermnesia, que significa un grado exagerado de retención y recuerdo, funciona como hilo de lectura donde la capacidad de reminiscencia aumenta y el cerebro evoca recuerdos significativos, es decir, no ser capaz de olvidar. A partir de esta construcción de la memoria colectiva se propusieron diferentes maneras de acceder a posturas del recuerdo, del cual la fotografía fue el lenguaje ideal.“
Diana Padilla:
” Mi lista de fotógrafxs favoritxs es larguísima, va desde iconos como Wolfgang Tillmans, Man Ray, Dorothea Lange, hasta Robert Mapplethorpe, Patti Smith, Cindy Sherman, Tina Modotti, Akram Zaatari, Consuelo Kanaga, etc etc etc… infinito.
Particularmente puedo mencionar a dos que han cambiado mi manera de percibir el mundo: Graciela Iturbide es la primera, quien ha retratado México de la manera más emocionante (personalmente) que haya visto antes. No solo tiene un claro manifiesto político entretejido, sino que también su manejo de la luz y el contraste juegan un papel clave en retratar el realismo mágico, la etnografía, historias personales, la liberación nacional, las leyendas de territorios indígenas, comunidades matriarcales, en fin. Me llena de emoción ver una fotografía suya, que está rebosante de todo.
El otro es Iñaki Bonillas, otro mexicano, esta vez más enfocado en la academia y en la obra de archivo e investigación. Lo que admiro de él es la capacidad de relatar historias que van revelando capa tras capa, y que al final, para mi, es de quienes aseguro que hace honor a la frase “una imagen dice más que mil palabras.” Iñaki es un fanático de la lectura, de la música, del cine; sus obras siempre hacen homenaje a alguien o algo; y una base grande en su temática es su familia y el archivo extenso que heredó de su abuelo. Así es como su trabajo se vuelve tan universal como extremadamente íntimo y personal. Además, escucharlo hablar es interesantísimo y adictivo, por su elocuencia y buen manejo del lenguaje. Me parece gracioso que a pesar de esto haya elegido un medio visual como el predominante en su carrera.“
Diana Padilla:
” Creo que los medios digitales nunca podrán superar a los medios impresos. Un libro, una fotografía, siempre tendrán más carga histórica y afectiva que una pantalla. En un punto se creyó que lo impreso sería completamente reemplazado por las apps, las páginas de internet, y las redes sociales, y aunque sí juegan un papel importante, me parece que no llegan a compararse.
Las fotografías y los libros son un legado, son recuerdos y memorias que construyen nuestra historia y la de nuestros antepasados. Serán la prueba de, no sólo que alguna vez existimos, sino de quiénes fuimos.”